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Desde que apareció el agua corriente, la tarja de cocina se ha convertido en uno de los instrumentos más importantes del hogar.
Se trata del sitio en el que lavamos a diario los alimentos y todos los utensilios utilizados durante la preparación de un plato.
En la actualidad, existen diferentes tipos de tarja de cocina, así como también diversos diseños para combinar con el resto de los elementos presentes en el ambiente.
¿Qué es la tarja de la cocina?
La tarja está presente en todas las cocinas porque es un instrumento en el que se realizan tareas clave para la cocción y mantenimiento de este ambiente.
Principalmente, aquí se lavan los utensilios empleados en la preparación de las comidas y las frutas y verduras para desinfectarlas.
Además, en la tarja de cocina se llenan las cubetas para trapear los pisos de la cocina o se humedecen los trapos para la limpieza de las mesadas.
En suma, es uno de los elementos más utilizados del hogar y es por eso que es importante dar con un instrumento que sea cómodo, pero que también encaje a la perfección en el ambiente.
¿Cuántos tipos de tarja hay?
Las tarjas de cocina se clasifican según la manera en que se las instala.
Es por eso que podemos encontrar las siguientes:
Tarjas de sobreponer
Estas son las tarjas de cocina que se pueden colocar sobre un gabinete o fijo en la pared porque el fregadero no necesite de una cubierta para instalarse.
Tarjas de submontar
El fregadero se coloca por debajo de la superficie y se adhiere a la cubierta de la cocina por la parte de abajo.
Sobre la superficie no hay protuberancias o bordes de la misma tarja, siendo la mejor opción para quienes buscan resaltar las características de su cocina.
Tarjas de empotrar
Su instalación es muy sencilla porque se colocan sobre la cubierta.
Tienen la particularidad de adaptarse a la perfección a cualquier superficie, lo que la convierte en una de las más elegidas del momento.
¿Qué es mejor tarja sencilla o doble?
Las primeras tarjas de cocina que aparecieron eran sencillas, es decir, tenía una sola tina.
Esta opción puede resultar buena para quienes tienen una cocina pequeña y viven solos o en pareja.
Para ambientes grandes no hay duda de que lo mejor es optar por un instrumento doble porque es mucho más cómodo.
Habrá más espacio para lavar, ya que los utensilios sucios pueden quedar en una tarja mientras en la otra se está lavando o cocinando.
Además, un instrumento grande te ayudará a que no se mezclen los platos y cubiertos sucios con las frutas y verduras que vas a desinfectar.
De todas formas, si vives en un apartamento o casa pequeña, puede que te baste con una tarja de cocina sencilla.
¿De qué material tiene que ser la tarja de cocina?
Las tarjas de cocina de acero inoxidable son una de las más elegidas porque son extremadamente resistentes.
La versatilidad del material hace que encontremos modelos para todo tipo de instalaciones.
Además, tiene un aspecto sobrio, que quedará bien cualquiera sea cual sea el diseño de tu cocina.
Las tarjas de hierro fundido son otra muy buena alternativa porque también son resistentes a posibles manchas y rayones.
Eso sí, si las comparamos con el acero inoxidable, nos encontramos con que su precio suele ser bastante más costoso.
Sin más, recuerda que puedes contar con Cemix para la concreción de todo tipo de reformas.
Por esta razón, si necesitas cambiar tu tarja de cocina, puedes contactar con nosotros para que te asesoremos.