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La impermeabilización consiste en crear una barrera que evite el paso del agua en una superficie.
Los materiales empleados en la construcción, como el hormigón o el cemento son porosos y, por tanto, dejan pasar el agua y la humedad.
Si queremos alargar su vida útil y protegerlos de la corrosión y las inclemencias meteorológicas será necesario impermeabilizarlos.
Hay diferentes tipos de tratamientos para este fin: acrílicos, asfálticos, cementosos, pinturas, etc. Habrá que tener en cuenta la superficie dónde se aplicará y la resistencia o durabilidad necesaria.
En Cemix ponemos a disposición de nuestros clientes una gran variedad de impermeabilizantes que se adaptan a todas las necesidades.
Uno de los impermeabilizantes más comunes, económicos y fáciles de aplicar es el acrílico, ya que no necesita obligatoriamente membrana de refuerzo y su duración es de entre 3 y 7 años.
Los impermeabilizantes acrílicos están fabricados a base de resinas, pigmentos y componentes cerámicos, no son tóxicos y se pueden aplicar en cualquier tipo de clima.
Ofrecen muy buenos resultados para sellar, nivelar y resanar grietas o fisuras en diferentes tipos de materiales de construcción, sobre todo para la impermeabilización de techos y azoteas.
¿Cuál es la manera correcta de impermeabilizar?
Impermeabilizar una casa, oficina o cualquier otro habitáculo supone un gasto variable. Depende del estado en el que se encuentre, del tamaño y de la superficie a tratar.
Lo mejor es realizar una impermeabilización total ya que arreglar pequeñas fisuras puede ser una solución a corto plazo y derivar en problemas más graves en el futuro.
Algunos impermeabilizantes deben ser colocados por expertos pero, en la actualidad, existen opciones fáciles de aplicar, por lo que podemos intentar hacerlo nosotros mismos teniendo en cuenta las siguientes consideraciones:
- En primer lugar es necesario evaluar e identificar las áreas dañadas, los materiales y las zonas donde existe más riesgo de filtraciones, prestando especial atención a los techos, muros, sótanos, ductos, tejado y terraza.
- A continuación elegiremos el impermeabilizante adecuado para cada caso, dependiendo del tipo de estructura y del material con el que se construyó.
- Antes de la impermeabilización es necesario limpiar las superficies de cualquier residuo como polvo, aceite, suciedad, moho u óxido. Además, nos protegeremos a la hora de manipular los productos con guantes, gafas, mascarilla, ropa y/o calzado adecuado.
- Cuando hayamos preparado todo aplicaremos el producto impermeabilizante sobre la superficie ya seca, según el modo y número de capas que indique el fabricante.
En el caso de encontrar problemas graves o haya que reparar elementos estructurales y de suministros, lo mejor es solicitar la ayuda de un profesional.
¿Cuándo aplicar impermeabilizante?
El proceso de impermeabilizar debe realizarse cada cierto tiempo y la frecuencia depende del tipo de superficie, del desgaste al que esta se vea sometida y de la calidad de los materiales.
Generalmente un producto impermeabilizante dura entre 3 y 10 años; lo más recomendable es reaplicarlo a los 3 años con el objetivo de realizar un mantenimiento y después, a los 10 años.
No obstante, lo ideal es realizar una supervisión periódica de las zonas críticas para comprobar su estado y necesidades.
La mejor época para una impermeabilización es antes del comienzo de la temporada de lluvia, preferiblemente en primavera o verano, cuando las temperaturas son más altas. Esto contribuirá a un mejor secado y absorción del producto impermeabilizante sobre la superficie.
Si nos vemos forzados a impermeabilizar en época de lluvia trataremos de que la zona a tratar esté ventilada. Luego esperaremos uno o dos días sin llover y evitaremos que haya encharcamientos en el área de trabajo.