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Probablemente, si nos preguntan por un material de construcción lo primero que diríamos todos es “cemento”.
Y está perfecto porque es el más utilizado en el mundo porque es imprescindible en todo tipo de obras.
Se trata de un compuesto de piedra caliza, arcilla y mineral de hierro en forma de polvo fino que, combinado con agua, arena y/o piedra, crea una pasta.
Esta, al secarse en contacto con el aire, adquiere una gran dureza, característica que hace que sea capaz de conservar su estructura de forma permanente.
El cemento presenta una serie de particularidades que lo distinguen, como su naturaleza hidráulica – que permite que se endurezca incluso debajo del agua – y su capacidad para adaptarse a diferentes formas y moldes
Además, tiene una gran durabilidad y resistencia ante el clima o la erosión y, además, funciona como un excelente aislamiento acústico.
¿Cuáles son los tipos de cemento que existen?
Entre los tipos de cemento más comunes se encuentra el denominado cemento Portland, el cual, teniendo en cuenta su diferente composición física y química, podemos dividirlo en varios subtipos.
Cemento Tipo I
Se trata del cemento normal, el que se usa generalmente en la construcción de viviendas, estructuras, pavimentos y otros trabajos de albañilería que no necesitan las propiedades o especificaciones especiales de otros tipos de cemento.
Este tradicional componente libera más calor de hidratación y es por eso que se recomienda su aplicación en climas fríos.
Cemento Puzolánico IP
Es una mezcla de cemento Portland normal y puzolanas (provenientes de ceniza volcánica, arcilla calcinada o ladrillos), combinación que le confiere un aspecto rojizo muy característico.
Es un componente más resistente a los agentes químicos, desarrolla menos calor y no sufre dilatación, cualidades que lo hacen perfecto para utilizar en ambientes calurosos.
Además, el cemento puzolánico IP se caracteriza por su resistencia, durabilidad, gran adherencia e impermeabilidad.
Cemento Tipo II
Es un cemento cuya formulación hace que presente una resistencia media a los sulfatos, presentes en las aguas subterráneas y suelos.
Esta característica hace que su uso sea ideal para ambientes con una agresividad moderada, como pueden ser puentes, muelles, tanques y tuberías, entre otros.
Cabe destacar también que presenta un leve calor por hidratación y es muy resistente, lo que aumenta la vida útil de las estructuras construidas.
Cemento Tipo III
El Cemento Tipo III tiene una alta resistencia inicial, cualidad que lo hace perfecto para utilizar en aquellas obras donde se necesita que la estructura reciba carga con la mayor rapidez posible o un desencofrado en pocos días.
Su aplicación es apta para climas fríos debido a su gran producción de calor al fraguar.
Eso sí, no se recomienda para chorreas masivas.
Cemento Tipo IV
El cemento tipo IV es ideal para grandes masas en donde la subida de temperatura tiene que ser mínima para evitar dilataciones, como diques o presas.
Esto es debido a que es un compuesto que presenta un secado lento y a que no genera un intenso nivel de calor de hidratación.
Cemento Tipo V
Es un cemento de alta resistencia frente a las sales, sulfatos y álcalis.
Esto hace que sea recomendable para construcciones que permanezcan en contacto con el agua, como pueden ser canales, alcantarillas, obras portuarias, acueductos y piscinas.
Por qué debería utilizar cemento en mi construcción
Todas las personas han escuchado oír hablar del cemento, aun cuando no sepan nada de construcción.
Se sabe que las edificaciones se levantan con cemento y que probablemente, sin este material, el mundo como lo conocemos hoy no existiría.
En resumen, las construcciones de las que la sociedad está rodeada se establecen con esta mezcla.
De hecho, aun cuando eligen otros productos para determinados trabajos, se suele utilizar cemento.
El cemento sobresale por muchas cuestiones, en especial por aportar mayor resistencia y durabilidad a las construcciones.
Es por eso que es tan utilizado y demandado a lo largo de todo el mundo, ya que nadie quiere crear una construcción que se caiga o se deteriore en poco tiempo.
Se busca que el esfuerzo se vea recompensando en un buen resultado y, para eso, se necesitan los materiales adecuados.
Además, utilizar el cemento para levantar edificios trae una serie de ventajas añadidas que nos disponemos a exponerte a continuación.
Sostenibilidad
Lo primero a remarcar es que el cemento aporta una gran contribución a la sostenibilidad, aspecto que, muchas veces, es pasada por alto por parte de la sociedad.
Muchos desconocen este aspecto, pero en CEMIX siempre ponemos a tu disposición información privilegiada.
Resistencia
Una de las principales ventajas del cemento es su gran resistencia.
Por lo tanto, si quieres levantar una edificación, no hay duda de que es una apuesta segura, sobre todo si tienes pensado edificar en una zona con grandes agentes climáticos adversos.
Asimismo, otra cualidad a destacar es que se trata de un componente que dura mucho tiempo.
Versátil
Aunque se conozca al cemento como un producto de lo más utilizado en edificios, sus usos no se limitan solo a estas construcciones.
También resulta útil en el sector carreteras, alcantarillado, puentes y pavimento.
Poca manutención
El cemento es uno de los pocos materiales que no necesita de otros productos para continuar activo a pesar del tiempo.
Se conserva firme, duradero y no sufre modificaciones a pesar de los posibles factores externos.
Barato
De todos los materiales que te ofrecerán para levantar un edificio, este será el más económico.
Por lo tanto, si lo incluimos dentro de un presupuesto de construcción, el precio final no se verá muy afectado.
En resumen, el clásico “bueno, bonito y barato”.
El fuego no puede con él
Las altas temperaturas no pueden acabar con el cemento. En el caso de que se produjera un incendio, el elemento actuará como una barrera para que no se extienda al resto de los ambientes.
Asimismo, las emisiones de CO2, moneda corriente en otros materiales, no están presentes en las construcciones realizadas a base de cemento.
Además, este popular compuesto actúa como aislante natural, disminuyendo así el uso de la calefacción.
Ahora que ya sabes las innumerables ventajas que tiene, los tipos de cemento y todo lo que puede hacer por tu proyecto, es hora de elegir el que mejor te venga para tu proyecto.
CEMIX te da la posibilidad de tener a tu disposición todo lo que necesitas.
¿Cuál es el mejor cemento?
En Cemix ponemos a su disposición uno de los mejores tipos de cemento, el Impercool Base Cemento
Se trata de un producto con un sistema “todo en uno” que permite cubrir 3 funciones con un solo artículo: sellar, resanar grietas e impermeabilizar.
Se puede utilizar en superficies de concreto, fibrocemento, lámina negra o galvanizada, aplanados, madera, poliuretano, muros, pisos y lozas de zonas húmedas, por ejemplo.
El Impercool Base Cemento se mezcla con agua (el porcentaje depende del uso futuro que se le vaya a dar) y la pasta resultante se puede aplicar con llana, espátula, cepillo o brocha de ixtle.
Para más información sobre este producto de Cemix puede consultar su ficha técnica